Rincón donde se habita el presente con lo mejor del pasado. El tiempo se pliega con delicadeza, como a los tesoros más preciados. Las piezas se archivan como una carta, doblada con amor, esperando el momento perfecto para volver a ser leída. Lo usado no es viejo, sino valioso. Chiarelli es ese lugar tibio donde todo se reutiliza, pero nada se repite.